Everyman Theatre

El antiguo Teatro Everyman de Liverpool era un edificio público querido y muy visible en la parte histórica de la ciudad. Cuando llegó el momento de reemplazar el edificio por un teatro totalmente nuevo, los arquitectos de Haworth Tompkins ganaron el concurso. Las instrucciones: mantener la amable accesibilidad y compromiso comunitario del original. Una tarea abrumadora, pero que bien mereció el esfuerzo, dice Will Mesher de Haworth Tompkins.

Todo sobre la representación

«Los arquitectos normalmente quiere hacer una declaración con sus diseños», dice Mesher. «Sobre todo cuando se trata de un gran edificio público. Aunque en un teatro lo importante no es la arquitectura permanente; sino la representación. Lo que significa que se trabaja con un conjunto de reglas ligeramente diferentes. Existen estrictos requisitos técnicos en la zona de la representación. El resto del edificio tiene que preparar al visitante para la actuación, haciendo que se sienta cómodo y relajado».

Experiencia táctil

Para Mesher esto significaba que los elementos de diseño en las zonas del público deberían proporcionar una sensación natural. «No hay mármol muy pulido, nada es tan deslizante. Queríamos una experiencia táctil, de modo que utilizamos madera, pedimos ladrillos del edificio demolido y paneles de hormigón. El suelo lo elegimos al final de proceso de construcción, de modo que pudiéramos combinar el color y la textura con el diseño existente».

Una gran noche fuera

El resultado es un teatro que, fiel a su nombre, hace que cada visitante se sienta como en casa. «Ver que la noche de inauguración la gente usaba los espacios como estaba previsto supuso una gran gratificación» dice Mesher. «El viejo Everyman solo iba de una cosa: que la gente disfrutase de una gran noche fuera de casa. Me hace sentir orgulloso que el nuevo teatro capture ese espíritu».