Private Residence Emmeloord

En la vasta zona agrícola del Flevopolder neerlandés, el arquitecto Bob Manders ha creado una residencia privada que amplía los límites de lo que es posible en construcción. Para el diseño interior, Manders escogió una inteligente combinación de líneas industriales y características naturales.

Líneas limpias

Manders quería que el exterior de la casa tuviera líneas lo más limpias posible: «Trabajé con hormigón y fachadas de vidrio de seis por tres metros, el tamaño máximo. Todos los marcos están ocultos en la construcción, de modo que lo que se puede ver es una combinación muy pura de las dos superficies. Las líneas rectas a navaja en el hormigón y cristal contrastan fuertemente con la tosquedad de las tierras cultivadas de los campos circundantes».

Espacios exteriores resguardados

Para una transición fluida entre el exterior y el interior, Manders creó patios en tres laterales del edificio. «Cada patio ofrece un espacio exterior resguardado que enmarca unas vistas diferentes de los alrededores. Junto con las grandes superficies de vidrio, llevan realmente el exterior al interior».

Materiales originales

El diseño interior contrasta las afiladas líneas industriales de la estructura con características de inspiración más natural. «Me encanta que mis materiales muestren sus orígenes» dice Manders. «Así que he escogido diferentes anchos de suelos de madera para mostrar con orgullo las marcas de serrado, sacudiendo así el rígido patrón de líneas. De este modo, la estricta arquitectura se convierte en un marco para un diseño dinámico y lleno de vida».